top of page

LA
PESTE
NO
EXISTE

1.jpg

En esta noticia se explicaba toda la historia de la peste y del doctor Enrique Carrá, que fue quien advirtió que la gente estaba enfermando de eso, que había que aislarse, evitar contactos y usar un suero especial. Al principio nadie le había creído. Decían: “La peste no existe”. Pero entonces empezó a morir mucha gente, al punto de que los vecinos evaluaban marcharse de allí y dejar todo abandonado. Hasta que empezaron a hacerle caso al doctor y los enfermos se fueron recuperando.

-O sea… Hace más de cien años pasó lo mismo que está pasando ahora -concluyó León-. ¿Se dan cuenta? ¡Estamos volviendo al inicio como en la canción! Todo lo que ocurre ahora es igual a lo que ya pasó. La enfermedad es muy parecida, y el modo de tratarla también debe serlo.

-¿Y entonces?

-Hay que hablar a los laboratorios, a las clínicas, a los medios… ¡a todo el mundo! -propuso Ana.

-Pero somos niños… -dudé yo-. ¿Quién nos va a hacer caso?

-Esperemos que alguien, al menos uno… De lo contrario, es el final.

Fue en ese momento, tan concentrados como estábamos, que no advertimos las cuatro o cinco sombras azules que cayeron sobre nosotros: ¡la policía nos había descubierto en plena prohibición de circular y reunirnos! Era, inevitablemente, el final... ¿O acaso escucharían lo que acababa de descubrir un grupo de niños?

bottom of page